El David Aguilar está en uno de los momentos más fértiles de su carrera. Entre colaboraciones, sesiones de coautoría, producciones para otros artistas, largas caminatas creativas por la Ciudad de México e incluso una carrera universitaria, el cantautor sinaloense ha encontrado el espacio para lanzar “Claroscura”, el primer sencillo de su próximo álbum, un proyecto que por primera vez producirá completamente bajo su propia visión.
“Lo menos que puedo hacer es ser sincero y poner mi esfuerzo creativo al máximo”, explica Aguilar. Esa honestidad es la brújula que lo acompaña en todo lo que toca, desde un disco propio hasta una sesión fugaz con otros músicos. Y aunque está involucrado en múltiples frentes creativos, asegura que siempre encuentra momentos para su propio proceso: caminando, escribiendo de noche o robándole horas al cansancio.
Un artista en movimiento constante
El David vive en una simultaneidad creativa poco común: compone, produce para otros, escribe, estudia Relaciones Internacionales en la UNAM y, aun así, mantiene una claridad profunda sobre su rol como colaborador y creador.
“Me emperro bien y trato de convencer al artista, de contagiarle mi visión”, admite entre risas, recordando cómo a veces incluso se retracta de decisiones en sus propios proyectos cuando siente que algo no está listo. Esa exigencia nutre también su proyecto personal, alimentado por los aprendizajes que toma “como un robo hormiga” de cada artista con el que trabaja.
Un disco desde el tintero y hacia el futuro
Su próximo álbum nació a partir de un archivo inmenso: entre 50 y 60 canciones acumuladas, de corte moderno, clásico, humorístico, místico o coyuntural. Cuando reunió una veintena que dialogaban entre sí, supo que era momento de dar el siguiente paso: producir un disco completamente desde su propio control creativo.
Para este proyecto cuenta con un aliado cercano y fundamental, el productor Ulises Hadjis. “Este es el disco que tú querías, en cuanto a tu sonido”, le dijo Hadjis, quien aporta una mirada técnica y estética que Aguilar describe como capaz de combinar “una cosa A con un símbolo de Batman”, hallando armonías inesperadas.
“Claroscura”: un diálogo entre tiempos
El primer sencillo, “Claroscura”, encarna esa relación del artista con su yo del pasado. La canción nació en 2009, pero solo parcialmente: las estrofas habían quedado en el cajón durante años, mientras que un estribillo que nunca lo convenció impidió que la pieza viera la luz. Tras recomponerla y reconciliar tiempos distintos, la canción finalmente encontró su forma definitiva.
“Eso me pasa mucho: tengo canciones que son un diálogo conmigo mismo”, cuenta. Y “Claroscura” es exactamente eso: una revisión honesta de una idea antigua, pulida desde el presente de un creador en constante transformación.
Un nuevo capítulo creativo
Con el disco ya grabado y en proceso de mezcla, Aguilar confiesa que tiene más música que ganas de esperar. Aun así, entiende que publicar también es un proceso que requiere pausa, selección y perspectiva. Lo que sí tiene claro es que este nuevo material marca un punto de inflexión: un álbum profundamente personal, producido con libertad total y nutrido de todo lo que ha vivido en estos años de exploración artística.
“Mi vida es estudiar y producir”, resume. Y en esa dualidad, en ese clarooscuro creativo, parece haber encontrado su forma más honesta de avanzar.


